
Ventajas:
Más libertad.
Utilizando el arnés, nuestros pequeños tienen más libertad de movimiento en los brazos hacia delante y hacia atrás al caminar, lo que no interferirá tanto como una correa de muñeca a la hora de caminar.
Mayor tiempo de reacción y actuación:
Si de repente tu hijo se encuentra en una situación de peligro y necesitas sacarlo de ahí es mucho más fácil puesto que lo tienes sujeto aunque tenga libertad de movimiento.
Adiós a escaparse:
No queremos decir que con esto lleves a tu hijo atado como un animal, pero sí evitas que se escape corriendo por la calle cuando no te des cuenta o estés ocupado. Evitarás así situaciones de peligro.
Desventajas:
Si tu hijo todavía no está preparado para andar, el arnés le puede llegar a dificultar.
Además, a veces los niños pueden llegar a depender del arnés y terminar necesitándolo como un elemento más siempre para caminar.
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